Miren quien regresó
Dos años después, y demasiados eventos de por medio. Esta vez, me encuentro en una especie de limbo laboral. Tal vez haya empezado con la mala noticia de primero, pero lo bueno es que no hay planes de despidos. Así que, tomaré esto como una señal del universo. ¿Qué dice esta señal? Que me dedique prácticamente a aprender y actualizarme lo más que pueda.
Apenas van dos semanas así, donde el trabajo bajó de ritmo. Y me he puesto a reflexionar sobre varias cosas. No solo en lo que depara mi futuro laboralmente, sino también en mis esfuerzos por mantenerme al tanto de lo que sucede en el campo del UX. En general, creo que en el “corre corre” de la vida, es normal dejar de hacer ciertas cosas y darle prioridad a otras. Por más que me moleste, es cierto: dejé olvidada un poco mi carrera en los últimos años. Me di cuenta que, a menos que una tarea requiriera algo nuevo, solo en esos momentos aprendía algo nuevo. Y después… nada.
Esto viene a otro punto: yo no me identifico con mi trabajo. ¿A qué me refiero con esto? A que, con el tiempo, aprendí a desprender mi identidad con mi puesto de trabajo y empresa a la que laboro. He conocido varias personas que, cuando les hablas en la vida real, su carta de presentación es su trabajo. Lo primero que te dicen es su puesto laboral y para quien trabajan. Es cierto, en cuanto a competencias laborales, los nombres de empresas de alto rango ofrecen más oportunidades. Pero no dejemos que el ego nos interrumpa el camino. No dejemos que por culpa del ego pensemos que ya lo sabemos todo. Mi punto con este post es el de dejar de poner nuestra identidad en nuestro puesto laboral, y mantener el hábito de aprender sea donde sea que estemos. Ya que, al final, nadie es imprescindible. Nunca se sabe que pueda pasar mañana, así que lo mejor es aprovechar lo que tenemos hoy.
Así termino este nuevo post. Afirmando que sí, puse a un lado esta área de mi identidad para trabajar en otras… PERO aquí estoy de regreso. Creo que este pequeño blog es una herramienta que me obliga no solo a compartir lo que sé, sino también me obliga a seguir aprendiendo. Y con hacerlo una vez a la semana, me parece más que suficiente. Espero a ustedes también les parezca igual y me acompañen otra vez en esta aventura.