Las inevitables comparaciones
Todos somos culpables de hacerlo. En diferentes grados, pero siempre está ahí. El preguntarnos qué hace mejor a “x” diseñador o programador, qué sabemos, qué ignoramos. En fin, hay tantas preguntas que pueden aparecer en nuestra mente desde que empezamos nuestro viaje en dicho rol, pero lo importante pienso yo es preguntarnos cómo podemos mejorar. Hoy tantos recursos en internet, que es imposible poder listarlos aquí todos.
Admito que tengo temporadas donde me veo más inclinada a una área que a otra, pero siempre trato de volver a territorio neutro, y pensar más que nada, qué es lo que dejé de hacer hace más de un mes y qué puedo hacer para poder practicarlo de nuevo. Actualmente, me he visto más trabajando en diseño, dando feedback de cómo se han implementado los diseños con el resto de diseñadores en el equipo. Para ser honesta, es una etapa que nunca había vivido en mi faceta de diseñadora, por lo general he estado más del otro lado implementando el diseño, por lo que me pican un poco las manos por hacer algo de código nuevamente y desempolvar mis habilidades de animación css que no he usado por varios meses.
Y ahí viene otra clase de comparación. El ver proyectos hechos por otros, sea en Codepen, Github, Behance o Dribbble, me asombra la cantidad de talento que pueden llegar a tener los diseñadores y programadores para inventarse proyectos de la nada, y que encima de todo, sean de utilidad para los demás. Yo al ver todas estas propuestas es cuando más me emociono por crear, por planear cuál será mi siguiente movimiento. Muchas veces pueden ser cosas que jamás verán la luz, otras veces terminaran siendo herramientas que use todos los días, otras terminan en mis proyectos freelance, pero al final lo que importa es moverse, no dejar que la curiosidad muera y poner en práctica lo que descubrimos todos los días.
Es inevitable comparar nuestro trabajo con los demás. Lo cierto es que siempre va a haber alguien mejor que nosotros, pero eso no debe de desmotivarnos… al contrario, eso nos debería de motivar más a ser nuestra mejor versión, el estar satisfechos de hacer un buen trabajo, y también demostrar la pasión que tenemos por poner en práctica lo que sabemos en otras áreas fuera de la oficina. Eso al final dice mucho de nosotros.